miércoles, 7 de abril de 2010

ARETES


Yo era un arete muy especial, era de oro de 14 quilates y Carla solo me usaba para reuniones, eventos y salidas especiales. Ella sentía un cariño especial hacia a mí y no me quería perder.

Un sábado en la noche vi una ropa escogida en su cama y yo me imaginé que íbamos a salir. Dicho y hecho. Rogelio tocó el timbre, su mamá le pasó la voz y estaba tan apurada que se olvido de ponerme el seguro, salió corriendo y en una de esas caí en la pista. Ellos se fueron en un carro y de lejos vi unas luces que se acercaban rápidamente y de pronto daba vueltas y vueltas hasta que me desmayé y ya no sentía ni veía nada.

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