miércoles, 7 de abril de 2010
SOBRE EL HÉROE
LA GUITARRA

Vivía en una casa de instrumentos de 2 de mayo, en una tienda llamada “Victoria”. Me tenían exhibiéndome detrás de una vitrina. Estaba colgado, esperando a que alguna loca me compre y me haga vibrar. Una tarde muy aburrida en que no había venido nadie, de pronto apareció ella, la sentí llegar, mis cuerdas se templaban, me desafine por la emoción, ella también me miró, fue amor a primera vista. Me sonrió, luego pidió que me saquen, me quería tocar, la dueña me descolgó y me lanzo a sus manos (yo feliz), me agarró, me colocó en su hombro, agarró mi mástil, manipulo mis clavijas, me afinó, me acaricio las pastillas, me subió todo el volumen, yo estaba en sus manos. Luego de recorrer todo mi mástil con esos delicados dedos me hizo unas escalas, lo hizo muy bien era buena, tenia los dedos bien ágiles, coló sus dedos sobre mis trastes e hizo la nota “DO”, me rasgueó y yo chillé de excitación. Me dejó cansado, nunca antes había sentido esa sensación, pidió que me envuelvan y me compró no le importo el precio, pagó y me llevó en su espalda.
Todas las noches antes de acostarse me tocaba el mástil y siempre me dejaba cansado, a veces ni me cerraba el cierre del estuche donde me guardaba. Hasta ahora vivimos juntos. Pero el tiempo pasó y ella ya se olvido de mi, estoy viejo y oxidado, ahora paro desafinado en un costado, todo empolvado, siempre en el mismo lugar esperando mi reemplazo.
CLARO...CLARO QUE SIEMPRE ESTARÉ CONTIGO

Aquel día estaba en un mostrador de la tienda claro del jockey. Mucha gente entraba a comprar, otros solo a ver y nadie me llevaba, yo estaba muy triste, muchos de mis compañeros del mostrador se fueron.
Pasaron las horas cuando de pronto se abre una puerta y entra la chica más hermosa que había visto en mi vida junto con su mama y su papa.
Recorre todos los mostradores en busca de un celular mientras yo pedía ser yo el elegido. Ella pasó frente a mí y se quedó mirándome. Después de un rato me sacaron del mostrador y no sabía quién me había adquirido. De pronto unas suaves y delicadas manos de mujer me sacan de mi cajita, waooo… era ella la hermosa chica que vi entrar y de la cual me enamoré a primera vista.
Estaba muy feliz y demostré todo lo que podía hacer cuando tocaba mis teclitas y hacia que me pusiera rojo, le gusté y decidió llevarme con ella.
Estaba muy feliz, estaba a su lado todo el día, escuchaba todo lo que hablaba y a veces me ponía tan celoso de lo que decía que se me iba la señal y se cortaba la llamada, así ya no podía hablar con el tipo que la pretendía.
Estoy muy enamorado de mi dueña, tanto que cuando no estoy a su lado siento que se baja mi batería y muero. Estoy a su lado y lo estaré siempre hasta que el ratero nos separe, que espero nunca pase por qué quiero seguir siendo parte de su vida y que me lleve siempre con ella, que sienta que sin mí no es nada y viva siempre enamorada de mí.
UN LAPICERO EN EL OLVIDO
He perdido por completo la noción del tiempo, es todo tan oscuro, tan húmedo, tan triste. Han pasado días, años la verdad no lo sé.
Recuerdo el primer día en el que serví para elaborar la más hermosa carta de amor que he leído.
Nací el día en que llegué a sus manos. Él era un muchacho de diecisiete años que me adquirió por cincuenta céntimos. Al llegar a su casa se me concedió un lugar propio que estaba ubicado en un librero que él mismo había fabricado.
El muchacho tiene un sueño de dirigir su propia película por lo que siempre me coge y empieza a escribir.
La primera vez que salí con Jake, fue un lunes por la tarde, llegó de la academia, entró al cuarto y lo note algo entusiasmado y jovial, se cambió de ropa, se perfumó, tomó una hoja en blanco, que dobló y colocó en el bolsillo de atrás. Luego vino hacia mí me cogió de en medio y me llevó al bolsillo de la camisa. Me sentí de igual modo emocionado por que era la primera vez que salía y estar en aquella habitación me tenía un poco aburrido. Entramos a una calle muy angosta y al dar la vuelta a la esquina vi una joven muy hermosa. Esa noche, noté triste a Jake, sabía que sufría por dentro cuando de un momento a otro su expresión cambio, sacó los papeles que había guardado en el bolsillo del pantalón, luego se acerco a mí, me tomo por la cabeza y empezó a escribir, era una carta de amor, tal vez la primera que había escrito, cuando terminó me dejó sobre la cama. Se levantó y recorrió la habitación revisando lo que había escrito, luego la doblo y lo coloco en un libro. Un día lo noté desesperado, sacó la carta que había escrito y salió como un relámpago, pasando varias horas regreso, contento tomo otra hoja me tomo a mí y empezó, cuando hubo cumplido con sus expectativas doblo lo escrito y lo guardo en su bolsillo. Esto se volvió rutina durante dos semanas. Luego pasaron tres meses, yo aun servía, y notaba un cambio enorme en Jake ya no era el chico alegre que escribía cartas de amor, ahora lo que escribía eran cosas tristes, llenas de agonía y odio, cada vez que escribía me mojaba con pequeñas gotas que salían de sus ojos. De hecho en varias ocasiones en que llegaba ebrio me tomaba bruscamente, me hacía mucho daño, me presionaba fuertemente; tuve mucho miedo tanto así que no quería que me utilizara. La última vez que vi a Jake fue una noche en que entró a la habitación sudando, temblando, estaba ebrio, tenía sangre en las manos y en la camisa. Se sentó un momento en su cama mientras repetía “yo la amaba en verdad”, fue entonces cuando se levantó y salió y nunca más lo vi. Luego de una semana entro una señora llorando con una caja en la mano iba recogiendo todas las cosas del librero incluyéndome a mí. Cuando la señora hubo recogido todo, tomó la caja y la llevó a una habitación bajando las escaleras, empezó a cerrar la caja, note poco a poco que la luz se iba desvaneciendo y entraba una oscuridad, una oscuridad perpetua. Espero que algún día alguien me saque y pueda terminar con mi existencia, escribiendo solo unas cuantas líneas puesto que solo para eso tenía tinta; mientras tanto sigo esperando en el olvido.
FELICIDAD Y TRISTEZA HE CONOCIDO

Yo naci en un fabrica de la cual ya no queda nada, recuerdo haber visto muchos colores y formas diversas, pero yo estaba destinada a la sección de jóvenes.
Un día al despertarme me encontré en un habitación oscura donde había muchos como yo pero nadie se movía, solo se escuchaba gritos y bocinas. Hasta que todo quedó quieto y una luz apareció, una mano grande me levantó y me colocó un papelito con unos números, creo que a eso se le llamaba estar en venta. Pasaron dos días y yo seguía en ese lugar hasta que una señorita me cogió de la cintura, me tiro en una canasta donde me vi envuelta de latas, bebidas y demás.
Al llegar a su casa pasé la más fría noche de mi vida, me llenaron de un líquido helado y a una caja grande a la que le decían refrigerador me metieron. A la mañana siguiente el colegio de la muchacha conocería.
Ella me cogía de una manera suave pero sentía dolor cuando sus dientes en mi ponía. Algo que no entendía era por qué si tenía dueña muchas bocas en mi ponían. Un fatídico día me utilizaron para jugar, me lanzaban a todos lados y hasta me patearon, al tocar el timbre en un rincón he quedado. Y ahora sigo aquí con muchas más botellas que ya no hablan porque al final el silencio es lo que a uno embarga.
ARETES

Yo era un arete muy especial, era de oro de 14 quilates y Carla solo me usaba para reuniones, eventos y salidas especiales. Ella sentía un cariño especial hacia a mí y no me quería perder.
Un sábado en la noche vi una ropa escogida en su cama y yo me imaginé que íbamos a salir. Dicho y hecho. Rogelio tocó el timbre, su mamá le pasó la voz y estaba tan apurada que se olvido de ponerme el seguro, salió corriendo y en una de esas caí en la pista. Ellos se fueron en un carro y de lejos vi unas luces que se acercaban rápidamente y de pronto daba vueltas y vueltas hasta que me desmayé y ya no sentía ni veía nada.